lunes, 7 de noviembre de 2011

MADRE ADOPTIVA

Es verdad madre que la semilla del amor no fructificó en tu vientre, porque Dios hizo terreno fértil a tu corazón, por ello la felicidad asoma a mi cara pues soy la hija nacida de ese tu corazón.

Es verdad madre que no vine a tu vida rápidamente, me deseaste tanto, me soñaste y antes de conocerme ya me amaste.

Es verdad madre que tu herencia genética en mí desaparece, no tengo los rasgos de tu boca, ni la ternura de tus ojos, más, tú has moldeado mi alma de tal manera que puedo decir que eso nos asemeja.

Es verdad madre que por haber sufrido en un vientre poco amado, a veces desnutrido o descuidado, heredé esas consecuencias, por ello hay cosas que a veces no comprendo, a veces se torna frágil mi memoria; pero tú, me ayudas y me apoyas, sonríes con mis pequeños logros motivándome a encumbrar mis alas, sueles caminar a mi lado, respetas mis momentos de tristeza, perdonas mis torpezas, minimizas mis defectos y crees en mí más que ninguno.

Es verdad madre que yo soy tu pequeña consentida, pero tú, sabes, que eres de mi corazón la elegida.