La mayoría
conocemos el dicho "NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA", frase difícil
de comprender cuando estas en la etapa "MAL".
Cada
decisión correcta o incorrecta tiene su recompensa. Todo juego tiene sus reglas
y si no sabes jugar PIERDES. Pero, por suerte en el juego de la vida en su mayoría
tiene resultados bilaterales: pierdes pero aprendes y en el mejor de los casos
resulta de todo UN MILAGRO.
Jugué a
ser quien no era, no por fingir o aparentar ser otra persona, sino por actuar alejándome
de quien POR COSTUMBRE fui, posiblemente por salir de la rutina o simplemente
por que deje que las cosas pasaran sin detenerlas.
Ese
puntapié me hizo tocar fondo, perder la “estabilidad” en la que me mantenía,
sentir el dolor desgarrador que te deja el arrepentimiento, llorar sin
consuelo, sentir que todo se derrumba a tus pies, sentir que hasta tu alma se
aleja.
Aprendí
que las decisiones personales no solo dañan mi interior, sino, se llevan en
cuenta a las personas que más amas, especialmente a personitas que sufren las
consecuencias sin merecerlas (Esta parte es la que mas duele).
Asumí con
mucho esfuerzo la irresponsabilidad de mis actos y ENFRENTE con la verdad (como
dice Jesús: la verdad os hará libres."
(Jn 8:32)), aunque no es fácil es una forma de recompensar y aliviar tu espíritu.
Gracias a ese puntapié aprendí a apreciar la calidad
de los corazones de los Seres Humanos que me rodean… Siempre es así unos SE
ALEJAN otros SE QUEDAN… No juzgaré a los que se dieron la espalda y se alejaron
por decisión, PERO, si amaré y apreciaré a los que se quedaron para prestarme
un hombro, su tiempo y apoyo.
Después de
todo AGRADEZCO la misericordia de DIOS de bendecirme y ponerme su confianza para
sacar adelante una hermosa y tierna misión.
Todo
sucede por una razón, sea esta conocida o desconocida.
Recuerden
“Lo que se siembra es lo que se cosecha”… Causa y efecto, acción y reacción.