miércoles, 31 de agosto de 2016

TODO CAUSA TIENE SU EFECTO


De la nada no surge nada. Todo fenómeno tiene su origen, lo que lo engendra. Es precisamente lo que se llama CAUSA. Lo que surge bajo la acción de la causa se denomina EFECTO.

Toda causa tiene su efecto. Todo efecto tiene su causa. Todo en el universo está creado por una causa, nada ha nacido de la nada. TODO absolutamente TODO lo que sucede en el presente es lo que has creado en el pasado, y todo lo que estás creando en el presente, es lo que te sucederá en el futuro.

Al comprender este principio nos damos cuenta que TODO lo que sucede en nuestras vidas “bueno” o “malo”, tiene que ver con CAUSAS que nosotros mismos hemos puesto en movimiento en algún momento, de forma consciente o inconsciente, que no tiene sentido culpar a DIOS, a los demás o a la SUERTE, pues somos nosotros mismos quienes labramos nuestra propia vida.

Cuando se calme nuestro mundo interior se aliviará nuestro mundo exterior, y no al contrario, que es como habitualmente queremos que sea. Einstein decía: “Si quieres resultados distintos, no hagas lo mismo”. Si quiere que cambie los resultados negativos de tu vida tienes que cambiar tus pensamientos y acciones.

Estamos constantemente bombardeados por estilos de vidas, modas y actitudes ajenas a lo que realmente somos. Nos amarramos a personas que no abonan a nuestro crecimiento personal por costumbre o por miedo a quedarnos “solos” o bien no soltamos de nuestra “mente o corazón” a personas que ya no están en nuestras vidas. Cada una de las elecciones que hacemos, trae consigo un efecto automático.

Dios nos ha tratado con dignidad al concédenos libre albedrío, la facultad de tomar nuestras propias decisiones. De tal forma que debemos ser RESPONSABLES de nuestros aciertos y errores. Por otra parte, están las acciones ajenas que no podemos controlar, pero si tenemos la elección de seguir cerca o cambiar el trato hacia esa persona.


Cuidado con sus acciones recuerde que a veces una causa tiene más de un efecto.